jueves, 23 de enero de 2014

¿ Proactivo o Reactivo? Tú decides...

Reprogramándonos para la eficacia

A menudo nos preguntamos porqué actuamos como lo hacemos o porqué dejamos de actuar ante determinadas situaciones, haciendo bueno el refrán de que " El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". 
Lo que se esconde detrás, no es más ni menos, que la ejecución de respuestas aprendidas, que quizá alguna vez nos fueron útiles, pero que a pesar de dejar de serlo, no conseguimos modificar.
Estamos HABITUADOS a esas respuestas.

Y de la fuerza de los hábitos y del poder que podemos alcanzar mediante su modificación, en el año 1989, Stephen R. Covey, sacó petroleo, publicando el libro " Los 7 habitos de las personas altamente efectivas". Un bestseller internacional que nos ofrece estrategias para reprogramarnos, sustituyendo viejos hábitos ineficaces y limitantes, por otros 7, ( después publicaría el 8º hábito "de la grandeza a la excelencia")utilizados como un paradigma, por las personas altamente efectivas.

El pharo asume ahora el reto de examinar esos hábitos, posar su luz en cada uno de ellos, para aproximarte a la lectura y ejecución de las estrategias que te muestra este libro.

PROACTIVIDAD 

Cuando Covey coloca este hábito al principio de la lista, es porque no puede ser de otra manera. Tendemos a asociar el término proactividad con adelantarnos a los acontecimientos, con movernos hacia lo que queremos, en lugar de esperar sentados, a que las cosas nos ocurran, pero el término va más allá.
La proactividad es asumir la responsabilidad de nuestra propia vida, con todo lo que eso conlleva.
Y encontramos que la palabra "responsabilidad" esconde en su significado: "responder con habilidad". Así que ser proactivos, supone encontrar la respuesta más hábil para dirigir y vivenciar, nuestra propia vida.

En la otra cara de la moneda tenemos la REACTIVIDAD, la reacción pura y dura a lo que nos sucede, el piloto automático, el determinismo...
En el libro nos habla de tres tipos de determinismo:
- El determinismo genético: " La culpa es de mis abuelos", de mi ADN... con estos genes que he heredado no puedo hacer otra cosa... ( al final del post os pongo un enlace de Lizzie y de como su proactividad, su respuesta hábil a su genética, sin lugar a dudas, le reportó mayores beneficios que dejarse llevar por ese determinismo genético del que habla Covey)
- El determinismo psíquico: " La culpa es de mis padres", de mi educación, de mis traumas, de la niña rubia de infantil que me marcó para siempre...si ya lo decía Freud.... Y es que hay una diferencia entre nuestros aprendizajes, nuestras tendencias a responder de determinada manera, nuestra personalidad, nuestros puntos débiles....y la negativa a evolucionar, a superarnos, a aprender de nuestras respuestas desadaptativas e incorporar otras más eficaces...
.Y en como decidimos gestionar estos traumas, si con sumisión o con crecimiento, es donde está la diferencia entre proactividad y reactividad.
- El determinismo ambiental:" La culpa es del tiempo, de mi marido, de la crisis, de Rajoy, de la tecnología....del mundo entero que conspira contra mi..." No negaré que es infinitamente más cómodo culpar de nuestras desgracias a cualquier cosa ajena a nosotros mismos, pero.....¿ realmente es efectivo? ¿ Realmente soluciono algo? ¿ Acaso la sensación de impotencia que produce, no es más desagradable que intentar actuar en las cosas que sí puedo actuar?

Covey nos remite a Viktor Frankl , neurólogo y psiquiatra judío cuya amarga experiencia en campos de concentración, le llevó a comprobar que entre el ESTIMULO y la RESPUESTA, hay algo con lo que sólo cuenta el ser humano: " La libertad última".
Esta se puede desgranar en una serie de recursos, propios de nuestra especie, que nos permiten, por adversas que sean las circunstancias en las que nos vemos envueltos, no sólo superarlas sino salir fortalecidos y "reprogramados" de ellas. Son las siguientes: 
  • Autoconciencia
  • Imaginación
  • Conciencia moral
  • Voluntad Independiente 
La misma conclusión a la que llega la PNL cuando nos dice: " El ser humano posee en si mismo todos los recursos necesarios"

Nuestro Lenguaje

Nuevamente nos acercamos a la PNL y vemos como, no sólo el lenguaje que utilizamos nos da pistas sobre nuestra forma de construir nuestra representación del mundo, sino que trabajando sobre él, modificándolo, modificamos esa representación y por tanto nuestro comportamiento.
Examina tu lenguaje cuando te encuentras ante una dificultad por pequeña que esta sea, ¿ Qué frase de la pareja que te muestro a continuación utilizas con mayor frecuencia?:
  • No puedo hacer nada al respecto / Examinaré mis alternativas
  • Yo soy así / Voy a enfocarlo de otra manera
  • No lo permitirán / Quizá cambien de idea si lo explico diferente
  • X me altera profundamente / Controlo mis emociones
  • Sí ocurre...... / Pase lo que pase
Si mayoritariamente tu patrón de respuesta es el que refleja la primera opción de cada pareja, te comportas de forma reactiva...pero ya sabes, utiliza tu autoconciencia para darte cuenta de que estás actuando así, tu imaginación y creatividad para buscar una respuesta más adaptativa, tu conciencia moral como guía y tu voluntad independiente para elegir llevar una vida más plena.

Círculo de preocupación y círculo de influencia

Piensa ahora en las cosas que te preocupan habitualmente, en esas en las que inviertes tu energía....
En su libro, Covey, nos muestra, de forma muy visual el siguiente esquema:

Existen dos tipos de preocupaciones: Sobre las que tenemos algún tipo de control y sobre las que no. Las primeras están dentro de nuestro círculo de influencia y las segundas pertenecen al círculo de preocupación.
Ante una misma situación, si la desgranamos, veremos que hay cosas que quedan dentro de nuestro círculo de influencia y otras que quedan fuera.
Por ejemplo, ante una situación objetiva de desempleo, los datos del paro, la reforma laboral...quedan bastante alejadas de nuestra zona de influencia, sin embargo, la renovación profesional, el aprendizaje de nuevas capacitaciones, la redistribución de nuestro tiempo...entran de lleno en nuestra zona de influencia, nos devuelven el poder de actuar por encima de las circunstancias, nos empoderan.
Como habrás adivinado, la zona que delimita ambos círculos es móvil, de manera que si ponemos nuestros esfuerzos en la zona de influencia, conseguimos que esta sea más grande. Del mismo modo que si nos centramos en el círculo de procupación, nuestro poder y control van menguando.
Es por ello que las personas proactivas, se centran en agrandar su zona de influencia en los tres tipos de situaciones con los que nos podemos encontrar:
  • Situaciones de control DIRECTO: Aquellas que nos afectan a nosotros mismos, a nuestra conducta, a nuestros aprendizajes, lo que Covey denomina " Victoria Privada"
  • Situaciones de control INDIRECTO: Las que afectan a la conducta de los otros, nuestros jefes, familias, amigos, clientes.... No podemos cambiar a los demás, pero podemos ampliar nuestras habilidades sociales, nuestra empatía, nuestra comunicación, nuestra persuasión... ( Correspondiente a la " Victoria Pública")
  • Situaciones de INEXISTENCIA de Control: Situaciones meteorológicas, hormonales, situacionales.... no podemos actuar sobre ellas, pero la actitud que tengamos ante las mismas, sin duda, pertenece a nuestra "Voluntad última"

¿ Cambias tú o cambio yo?

Cuando no nos sentimos bien en una circunstancia, en una situación, en una relación.... es obvio que se necesita un cambio.
El lugar donde percibimos que debe producirse ese cambio, nos dará otra pista de nuestro nivel de proactividad.
La respuesta proactiva de cambio, se produce de adentro a afuera... es decir, la persona proactiva se dará cuenta de que tiene que tomar la responsabilidad de efectuar un cambio en su circunstancia personal, de elegir las modificaciones necesarias, en si mismo o en el entorno en el que actúa, para salir de esa situación.
La respuesta reactiva es la que damos cuando esperamos que cambie lo de alrededor, nos toque la lotería, se jubile nuestro jefe, nuestra pareja nos entienda... mientras no hacemos nada diferente....para entonces alcanzar la felicidad.

Hasta aquí el primer hábito. 
Próximamente analizaremos el segundo hábito que nos muestra Covey, aunque claro, mientras lo escribo, puedes ser proactivo, comprar el libro e ir practicando....

Os dejo el enlace al vídeo que os comenté: Lizzie Velasquez

Y aquí tenéis la portada del libro que iremos analizando.
Este blog se ha trasladado con todo su contenido a http://pharodelogos.wordpress.com/
Te esperamos allí con nuevas publicaciones.

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